Las fuerte convicciones de Bush con respecto a la lucha antiterrorista lo vuelve cada vez más en un personaje antipopular, y esta desmoronando la imagen de su partido político. Washington pierde contacto con el pueblo norteamericano, ignorándolo casi por completo: véase la respuesta que el gobierno de turno le dio al resultado de las últimas elecciones donde perdió su mayoría parlamentaria.
Cabe recordar que son las sociedades industrializadas quienes tienen mayor nivel de contribución en este asunto (ver infografía). Sin embargo, existen en Argentina daños siendo provocados contra el medio ambiente, que a pesar de ser menores en daño contra el planeta, son importantes y evitables. Por mencionarse algunos podemos citar las papeleras que existen en nuestro país, la contaminación de ríos como el Riachuelo o el Suquía o el desmonte de los bosques principalmente en las provincias de Chaco y Formosa. Son estos temas responsabilidad de la sociedad en conjunto trabajar para evitar el avance de la destrucción de la naturaleza.
Nos encontramos en un momento único en la historia, donde el asunto ambiental a tomado una fuerza inusitada y se ha generado una toma de conciencia pocas veces vista acerca de este tema. Podrá ser el momento de la “revolución ecologista” presentada ayer por Chirac en Paris, o una continuación de esta política explotacionista. Europa parece despertar de su larga siesta, es el turno de Estados Unidos y del resto del mundo.
El American Entreprise Institute, un centro de estudios conservador cercano al gobierno norteamericano de George Bush y financiado por la petrolera Exxon Mobil, ha ofrecido US$ 10.000 a científicos y economistas para que desacrediten el informe de la ONU sobre el cambio climático. Lo reveló el prestigioso diario The Guardian de Londres.
Bush guiando al pueblo, persuadido por sus convicciones
Fuentes: Clarin.com; The Guardian; www.brainworker.ch/
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