Próspero 2008

Aumento por acá, bocinazo por allá... Buenos Aires te sorprende a cada instante, en especial en esta fecha. Como todos sabemos el ABL aumentará en formas desproporcionadas, se llegó a hablar de más del 200%, lo que por supuesto afecta sensiblemente al flaco y devaluado bolsillo del porteño, quien había juntado unos pesitos para irse de vacaciones o comprarle un regalito a la nena(entre estos privilegiados me encuentro yo). Sin embargo, una medida que cae como un balde de agua helada en estos días calurosos-pero que dista de provocar placer- no nos sorprende, pero si nos deja con la boca abierta.

Ahora, por otro lado, ironía del destino, uno de los "principales" "opositores" y "acitivistas" en contra de este impuesto es el denostable Ibarra(que vuelva Ibarra pedían los graffities mientras que otros ya lo habían enviado allá abajo). El mismo legislador que hace unos años nomás era Jefe de Gobierno porteño, y que ahora se hace el olvidadizo. El mismo que hizo poco y nada por la ciudad, sucesor de De la Rua. Ibarra, ahora un aliado K(¿de Cristina?) que el 30 no estuvo presente en la noche que los pibes se morían quemados. Esta persona ahora se acuerda del aumento del impuesto, mientras que durante su gobierno no hizo nada.

En cuanto el ABL corresponde, debe desglosarse dos temas. En primer término, es indiscutible el atraso del impuesto y la necesidad de aumento. No viene de más aclarar que los sueldos también están atrasados y necesitan una actualización inmediata, principalmente el de la clase media. En este sentido, el aumento sería "justo" o algo por el estilo, claro está que estos impuesto deberían regresar al pueblo ya que engrosan esas flacas arcas porteñas. Simultaneamente, el atraso no puede ser corregido en un mes. Esto es una barbaridad. Se requiere que en el mediano plazo los aumentos se cristalicen. Y por cierto, existen críticas por las tasaciones de los inmuebles, ya que la metodología utlizada no es clara ni está visiblemente al alcance de ser comprendida.

Ironias del destino, victorias de los frentes que siempre vencen para que todo el resto ensordecidos por los bombos miremos anonadados como se sigue yendo nuestro sueldo disponible para el consumo. Que las bocinas no nos hagan olvidar lo que pasó el 30, está de más decir.

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