Una crítica a la objetividad

Imaginemos de que existiera un forma objetiva de tratar la realidad, es decir que se pudiese “ver” un suceso aislado y alejado de todo prejuicio o marco teórico previo (en suma, escindido de la historia que nos produce como somos).

“Si los problemas sociales son transformados en problemas técnicos, habría una y sólo una solución. En lugar de una decisión política entre distintos objetivos sociales posibles, se trataría de una solución tecno-científica acerca de los medios correctos para lograr una finalidad prefijada. Para ello es posible prescindir del debate público; no cabe someter un hecho técnico o una ‘verdad científica’ a votación. El ciudadano termina reemplazado por el experto” – N. Lechner, Estado y política, p.311

La crítica a la objetividad es tanto al realismo ingenuo como a ciertos sectores marxistas más ortodoxos (economisicistas) que reducen la realidad a una evolución unilineal y a una mirada totalizadora, fáustica, sin tener en cuenta las contradicciones, justamente, lo social y político de todo proceso social.