martes, 23 de octubre de 2007

Una reflexión

"No hay periodismo sin moral.
Todo periodista es un moralista. Es absolutamente inevitable. Un periodista es alguien que mira el mundo, su funcionamiento, que lo vigila cada día desde muy cerca, que lo ofrece para que se vea, que ofrece, para que se vuelva a ver, el mundo, el acontecimiento. No puede llevar a cabo ese trabajo y a la vez no juzgar lo que ve. Es imposible. En otras palabras, la información objetiva es una añagaza total. Es una mentira. No existe el periodismo objetivo, no existe el periodista objetivo. Yo me he liberado de muchos prejuicios, entre ellos este que a mi juicio es el principal. Creer en la objetividad posible del relato de un acontecimiento". Marguerite Duras.

La cita es pertinente a una de mis preocupaciones fundamentales. La mentira de la objetividad. Por ser esto un blog y no un ensayo, voy a simplificar un poco la problemática, pero es interesante como primer mirada y como disparador para futuras investigaciones.

La objetividad se consigue únicamente incorporando la distintas voces, las distintas miradas, sobre la misma problemática(infiero de lo dicho por Agnes Heller). Generalmente se opone objetividad a subjetividad o ideología(como sistema de ideas con las que se dan sentido a los acontecimientos). Sin embargo, la ideología se encuentra en un plano paralinguístico. Como la cámara cuando encuadra una porción de la realidad, un relato cualquiera hace una selección. Ella es arbitraria. Esa selección es subjetiva, y por tanto, ideológica.

El periodista es un moralista. Según donde él ponga el foco podrá formar opinión hacia uno u otro costado(u otros costados). Somos poseedores de la violencia simbólica, formadores de estructuras de significación. Cuanto más ignoremos esto y más creamos que podemos informar de forma objetiva, mayor será nuestro poder de influencia.

Para ello estudio, para que en cada artículo que escriba sea más conciente de mi poder de influencia, y al mismo tiempo, de mi condición de agente sometido a la influencia de la ideología burguesa. En este rol de violento y violentado simbólicamente he de desempeñarme en mi profesión, poniendo mi subjetividad al máximo, formando parte activa del proceso histórico en el que me tocó vivir.

4 comentarios:

Alejandro dijo...

Sr no quiero escribirle largo acá, le dejo un msj en mi blog. Puede borrar este comentario, le queria mandar 1 mail pero no encuentro la dir.
Saludos

Alejandro dijo...

Es que justamente, yo creo que un periodista no puede ser objetivo. Y claramente lo demuestran las tendencias de los periódicos. Además si uno fuese completamente objetivo se limitaría a pasar una información, tal cual entrecomillada, de un lugar a otro. Lo cual también sería muuy aburrido.
Saludos

Alejandro dijo...

Y si se queda esperando una respuesta no puedo no contestarle (raras veces falto a una cita..jaja). Yo creo que esa postura de "reflejar la verdad" la adoptan algunos como para hacerse los interesantes. Es como el fotógrafo de desnudos. Apenas hacen 2 materias te hablan de la "profesionalidad". Luego de 40 años de camara te dicen q les es lo mismo gente vestida que desnuda, pero te aceptan el que aveces se ven cosas que hacen más amena la puesta. Entonces, pienso que cuando se habla de ese objetivismo para reflejar la verdad, de seguro, que esa verdad tiene tinta amarilla.
Salute

Alejandro dijo...

julian perdi tu mail..x favor me lo mandas a alejandrolezcano @ g mail??