Se vienen publicando en diversos medios,
artículos que cuestionan la posición asumida por Proyecto Sur durante el conflicto
agropecuario. Nuestros propios compañeros y amigos del campo popular nos han
calificado como traidores y enemigos imperdonables. Se ha dicho que queremos
explicar lo inexplicable. A quienes somos críticos con el gobierno se nos acusa
de hacerle el juego a la derecha, mientras se nos dice que, si tenemos
compromiso con la distribución del ingreso, los derechos humanos y la
democracia, debemos cerrar filas con el kirchnerismo. Todos debemos aglomerarnos
para defender al gobierno de un embate de la derecha, aún cuando ignoramos cuán
cerca está el gobierno de ser de izquierda.
Siendo militantes de Proyecto
Sur no comprendemos cómo, quienes critican el lenguaje de los monopolios de la
información utilizan en sus opiniones el mismo discurso que pretenden criticar.
Intelectuales, periodistas y referentes políticos y sociales han adherido a la
dicotomía “campo vs.
gobierno”, que encubre los conflictos concretos que atraviesan nuestra
sociedad. Todo el que salga de ese esquema pasa a ser un “tibio”
para esta visión. Poco se dijo sobre la concentración y extranjerizaciónde las
tierras que creció en los últimos años, la amenaza que representa el modelo
sojero propiciado hasta ahora, que pondrá en jaque a la “mesa de los
argentinos”. Queda sin contestarlo hecho por el gobierno para defender la mesa
de cuatro de cada diez niños argentinos que a diario padecen un hambre tan
urgente como silenciado por un país que crece a “tasas chinas”. Por su parte,
Proyecto Sur siempre apuntó a salir de ese engaño retórico, profundizando el
debate, con propuestas concretas para superar la crisis, dando herramientas para
encauzar la discusión y que finalmente fueran los ciudadanos quienes decidieran
qué país hay que construir.
En el marco de reducir todo debate a
maniqueas dicotomías se comenzó a decir que votar en contra de la Resolución
125 era alinearse con la derecha, el macrismo, Carrió y la Sociedad Rural.
Podríapensarse desde esa lógica que votar a favor de la Resolución
significaríaalinearse con Julio De Vido, Cargill, Daniel Hadad, Ricardo Jaime o
avalar el robo de nuestra energía, la entrega de la plataforma marítima, la
explotación minera y la ley
antiterrorista. Sin prestar atención a esta cortina de humo, denunciamos que
detrás de la Resolución 125 se escondían los intereses de los monopolios
internacionales y locales que paradójicamente hubieran ganado mucho más dinero
con esta resolución que sin ella. Tanto Claudio Lozano como Pino Solanas se
manifestaron a favor de aumentar las retenciones y de que estas fueran móviles.
Más aún: fuimos los primeros en presentar un proyecto de ley que sostenía esta
herramienta, mientras planteaba una segmentación apropiada para defender a los
pequeños y medianos productores, motor del desarrollo del interior del país y
saqueados por los pooles y las cerealeras. Estas propuestas no fueron oídas
porel Gobierno Nacional, a quien sólo le importó juntar votos a favor de su
proyecto, sin querer solucionar el conflicto que sus propios errores habían
desencadenado.
Cabe mencionar que Proyecto Sur fue la única fuerza que
denunció en el Congreso el fraude de más de mil millones de dólares llevado a
cabo por las exportadoras. Con esto se recaudarían fondos incluso mayores a los
que se buscaba capturar con la famosa 125. Claudio Lozano, junto al bloque del
SI y Mario Cafiero, propuso crear una comisión investigadora de esta estafa al
Estado, gracias a la cual estas empresas se apropiaban del dinero que debería ir
a la Aduana, cobrándoles a los productores un valor mucho mayor al que luego
devolvían al fisco. Fruto de nuestras denuncias se han empezado a investigar las
trampas que el Estado permitía para este estafa, renunció el secretario Javier
de Urquiza, su cómplice abierto y se condenó socialmente al senador oficialista
y terrateniente Urquía, beneficiario de este negocio. Estos hechos, así como
otros logros y medidas acertadas de Proyecto Sur, son desatendidos por el
periodismo y muchos compañeros, ya alineados con las facciones en aparente
pugna. Fuimos impulsores del Tren para Todos, campaña que ya ha recolectado más
de 750 mil firmas para lograr que el Parlamento trate un proyecto de
recuperación de las vías férreas perdidas durante los '90. Esta medida, junto a
otros beneficios, abarataría el costo de los alimentos, ya que los fletes y
camiones hoy insumen mayor energía con menor capacidad de carga quelos trenes.
No creemos que con esta propuesta 750 mil ciudadanos le hayamos hecho el juego a
la derecha. Menos podemos explicarnos que el Tren Bala, sólo útil para el
turismo de una minoría, sea una medida popular.
Vemos con preocupación un
mecanismo utilizado por el gobierno que, en su afán por vestirse de progresista,
pone en riesgo las banderas defendidas durante años por los sectores populares.
Una discusión técnica se tornó en una batalla donde los derechos humanos y la
democracia fueron puestos en la primera línea de combate. La distribución de la
riqueza y la justicia no son un eslogan electoral, nuestro compromiso debe ser
con nuestras ideas y no con quienes buscan sacar ventaja de ellas. Es por esto
que no podemos sacrificarlas en luchas ajenas. Proyecto Sur siempre apoyó las
medidas para devolver la memoria y la justicia a nuestra sociedad. A su vez
festejamos la decisión de sancionar una Ley de Radiodifusión, siempre que esta
de lugar a nuevas voces y opiniones y no sea un nuevo negocio para los
multimedios que violan nuestro derecho a la información.
Necesitamos
crear una nueva experiencia política que se proponga como principal meta la
transformación de la Argentina. Sus ejes deben ser justicia social y la
soberanía política y económica. Decir que nada esposible fuera del kirchnerismo,
agitando fantasmas que sólo buscan paralizarnos, sólo nos lleva a la resignación
y a otra indefectible derrota. La alternativa a este escenario debe venir de
nuestro pensamiento crítico y el profundo debate de ideas. Sabemos que durante
este conflicto muchos compañerosno estuvieron de acuerdo con algunas de nuestras
posturas. Creemos que la forma de saldar esas diferencias es dentro de la
discusión entre pares, sin entrar en lógicas y mezquindades de quienes quieren
dividirnos. Los convocamos a ellos ya todos los argentinos y argentinas que
quieran una Argentina distinta, a pensar juntos el camino para transformar el
país.
Por militantes de Proyecto
Sur
Sur
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